Undécima obra: Tierra de Placebos

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Tierra de Placebos
Directed By José Barriga

Genero: Drama

Elenco:
Charlotte Gainsbourg (“Sara / La Mujer”)
Mathieu Amalric (“Marco”)
Malcolm McDowell (“El Hombre”)
Sadie Goldstein (“Ann”)
Andrew Simpson (“Josh”)
Simon Iteanu (“El Niño”)
Max von Sydow (“El viejo”)


Temas Musicales:
“Polyesterday” – Gus Gus
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“Desire” – Blank & Jones
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“Dream On” – Café de Mar
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“Everyday” - Carly Comando
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“In Mcdonalds” - Burial
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“Metal Heart” – Cat Power
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“Le Soleil est pres de moi” - Air
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Argumento:

A la orilla del mar, Marco habla con un hombre.
-¿Qué debo hacer?
- elegir.
-¿Elegir que?

El hombre ríe mirándole a los ojos
-El rumbo.

Tras un silencio Marco responde:
-No estoy preparado para tomar una decisión así.
-Estas en todas las facultades de decidir. He cumplido mi tarea, ahora tu deber es elegir.

Marco gira y mira el mar, la brisa choca contra su rostro. El hombre exclama
-Ahora que tu visión es amplia, debes afrontar las consecuencias. Debes elegir Marco.

Marco vuelve a mirar al hombre, sus cabellos se mueven y bailan por la acción del viento, traga saliva y asiente.
-¿Ya has tomado una decisión? –pregunta el hombre.
-Creo que si –responde Marco.

El hombre sujeta el hombro derecho de Marco. Ambos, parados junto a la orilla del mar, giran y miran el horizonte. En casa, Sara viste a su pequeña hija (Ann), un extraño sonido altera su concentración, sale del cuarto de su hija, y camina por el pasillo en busca del origen de la cosa que provoca el chillido. La casa es amplia y espaciosa, mientras camina por los cuartos principales, el sonido aumenta. Luego de una austera búsqueda, su instinto la lleva hasta su propia habitación, en el closet se topa con un viper –localizador- repicando.

En una toma aérea –paralela al suelo- se observa, ya de noche, el tráfico del puente principal, hay una gran tormenta, las gotas caen desde la toma y chocan contra los automóviles detenidos. Tras un acercamiento muy cuidado, la toma enfoca ahora una Touareg negra. En un plano subjetivo se ve a Marco dentro de la camioneta esperando a que el tráfico se movilice –evidentemente algo sucede ya que desde hace minutos los autos no se mueven. Luce intranquilo e incomodo. El radio esta encendido (se escucha “Polyesterday” de Gus Gus). Marco abre la puerta y se baja de la camioneta, deja el motor encendido y la puerta abierta. El enfoque lo sigue mientras camina entre los autos inmóviles por todo el puente. Su traje ahora esta mojado por la lluvia. Aun se escucha la canción que sintonizaba la radio. El frío parece no afectarle, camina rápidamente sin rumbo. Hasta que comienza a divisar un grupo de personas rodeando un auto en llamas. Se detiene y respira profundo. Luego vuelve a emprender su camino. Llega hasta el sitio y se refugia tras la multitud que observa la escena. Escucha el llanto y los gritos de una mujer. Un hombre pide ayuda entre la multitud, también se escucha otra mujer a lo lejos gritando que la ambulancia viene en camino. Marco empuja suavemente a las personas que rodean la escena y se adentra hasta el lugar del accidente. Allí observa a una anciana atrapada entre el manubrio de su auto tumbado, y que se encuentra en llamas, la mujer grita desconsoladamente.
-Mi niño. Nooo…

Marco observa a un bebe tirado en el pavimento. Con quemaduras notables por todo su rostro, su ropa blanca ahora esta manchada por la sangre que brota de su rostro, mientras la lluvia lo golpea frívolamente. El bebe no se mueve ni respira, es evidente que ya ha muerto. Se comienza a escuchar el eco de las sirenas de las ambulancias. Automáticamente se enfoca el rostro de Marco muy impactado y temblando por el frío. Culmina la canción que se escucha al fondo (“Polyesterday” de Gus Gus).

La Touareg se estaciona frente a una hermosa casa de dos pisos, aún llueve a cantaros. Marco apaga el motor, se baja de la camioneta y camina hasta la puerta de la casa. Allí se detiene por un momento en completo silencio. Permanece inmóvil por algunos segundos, luego abre la puerta y entra. Sara desde la sala lo ve entrar, se percata de que esta mojado, se levanta y lo recibe.
-Mi amor, estas empapado. ¿Dónde andabas?
-Hubo un accidente en el punte camino a casa, y hubo un embotellamiento.
-¿Porque estas empapado?
- Decidí bajar del auto.
-¿Algún herido?

Marco permanece callado con la mirada perdida por algunos segundos, Sara un tanto preocupada se acerca hasta él, toca sus mejillas. Sus miradas se encuentran y Marco responde.
-Si.
-¿Algo grave?
-Si.
-Cuéntame.
-Un bebe muerto y una mujer atrapada en su auto.
- Dios. Que horrible. ¿Que hiciste?
-Nada. Me quede paralizado, perplejo, aturdido. Por primera vez no fui capas de hacer nada.

Marco gira y sube hasta su habitación. Sara le mira con una expresión de preocupación -es la primera vez que ve a su marido en ese estado.

Tras unos minutos, Sara sube al segundo piso y camina por el pasillo hasta la puerta de su cuarto. Esta cerrada. Toca suavemente diciendo.
-Mi amor, ¿vas a comer?
Nadie contesta.

Sara abre la puerta y observa a Marco sentado afuera en el balcón de la habitación. Camina hasta allí, siente un frío muy intenso, ya la tormenta acabo, se puede oler la humedad del exterior. Se sienta junto a él, lo toma de las manos.
-Amor, ¿Qué tienes? –dice Sara.
-No lo se –responde Marco.
-Es por lo del accidente y el bebe muerto.
-Pude haberlo salvado Sara. Tal vez aun estaba con vida. Debí ayudarlo.

Marco despresen sus manos de las de su mujer, y limpia las lagrimas de sus mejillas. Luego de unos segundos en silencio. Marco prosigue
-Nadie allí sabía que yo era doctor. Incluso una mujer pedía la ayuda de un doctor. Y yo permanecí callado. No podía moverme Sara. ¿Cómo me puede suceder esto a estas alturas?

Sara se acerca hasta él, y lo abraza. En esta posición Sara dice.
-Es normal mi amor, estabas en shock y no pudiste brindarle ayuda. Seguro el bebe ya estaba muerto. No te mortifiques por ello.

Marco se desprende de su esposa y de manera brusca casi gritando dice.
-Como no me puedo preocupar. Soy un doctor, mi tarea es brindar auxilia a las personas, además ese bebe pudo ser nuestra hija Sara. Pudo haber sido Ann.

Sara lo mira callada, el baja la mirada y con mucha nobleza dice
-Lo siento.

Sara le toca la frente.
- Tienes algo de fiebre.
- ¿y Ann?
- Durmiendo.
- ¿Josh?
- Salio al multicine.
- No deberías dejarlo salir a estas horas.
- No le puedo prohibir nada Marco, mi hermano es un tanto rebelde siempre se sale con la suya.
- ¿Quieres que lo busque?
- No. Ya llegara, ¿Quieres algo de comer?
- No tengo hambre. Prepárame la tina ¿Si?
- Esta bien. Pero no te quedes aquí tanto tiempo que luego te enfermas.

Sara sale del balcón y entra al baño. Marco permanece sentado observando la noche estrellada.

Sobre fondo negro, en letras blancas: “Primer Placebo: El Niño”

Marco camina por el pasillo de una gran y vieja casa. Esta muy oscuro, pero no en completa negrura. Camina llamando muy fuerte, esperando que alguien le conteste. Comienza a divisar la sala y camina hasta está. Al llegar se percata de que no hay nadie. Afuera esta a punto de anochecer, hay un huerto y una pequeña cabaña. Sale por la puerta trasera, atraviesa el huerto y observa que hay una luz encendida dentro de la cabaña. Camina hasta allí. Al entrar ve a un niño jugar con juguetes de plástico. Sobre una alfombra sucia, frente a un sillón grande y una chimenea de barro encendida.

- Hola -Dice Marco.

El niño de unos seis años gira y le mira. Tras un momento no sucede nada. El niño dice
- Pasa. Siéntate.

Marco entra a la cabaña y se sienta sobre el sillón. Luego pregunta.
-¿Quién eres tu?

El niño ríe sin decir nada.
-¿Es que no tienes nombre? – dice Marco.

El niño no contesta.
- ¿Qué haces aquí jugando solo?
- Me gusta jugar solo alejado de mis primos, (luego de unos segundos el niño pregunta) ¿te gustan los aviones?
- Si un poco.
- Yo cuando sea grande quiero ser un piloto, y volar por todos los sitios inimaginables.
- Cuando era pequeño también quería ser piloto –dice Marco.
- ¿y eres piloto?
- No. Medico igual que mi padre y mi abuelo.
- ¿Medido? Que aburrido.

Marco se sonroja, el niño prosigue
-Pues yo quiero volar muy alto.

El niño eleva un avión de plástico con su mano. Marco pregunta.
- ¿Estas solo?
- Si ¿y tu?

Marco se queda callado. El niño rompe el silencio.
- Bueno ahora estas conmigo. ¿Quieres jugar?
- No. Tengo que irme.

Marco se levanta e intenta abrir la puerta de la cabaña. No puede esta cerrada con llave.
- No podrás salir -dice el niño.

Marco se asusta y dice alterado.
- ¿Qué sucede? ¿Cómo salgo de aquí?
- Juega conmigo, luego te podrás ir.

Marco se altera más y golpea fuerte la puerta. El niño grita
- Juega conmigo.
- Que no cabrón – dice Marco muy furioso.
- Mamea te va ha castigar, dijiste una palabra prohibida.

Marco se detiene, su respiración aumenta así como el latido de su corazón, voltea y lo mira.
- ¿Has dicho Mamea?
- Si mi nana, Mamea te castigara. Ya no quiero jugar contigo, me llamaste por una palabra prohibida.

El niño con mucha picardía ríe.
Marco esta impactado, se acerca hasta el niño, lo toma de la cabeza y mira fijamente su rostro.

El niño permanece callado mirándolo. Luego el niño se desprende bruscamente de las manos de Marco, se aleja un poco de el.

-Siempre me han dicho que luzco y pienso de forma muy madura para mi edad.-dice el niño.

Marco permanece callado mirándole muy inquieto.

-¿Tu tienes hijos, esposa, una vida literalmente aceptada? – pregunta el niño.
-Si –contesta Marco.
Marco permanece confuso, no recuerda como llego hasta ese sitio, ni tampoco el motivo de estar allí. Las palabras del niño le resultan ilógicas, aunque hay algo en el, ahora mismo no identificable, que provoca que Marco postre toda su atención en las palabras del infante.

-Cuando crezca me iré del país, no quiero ni hijos, ni esposa, ni ataduras. Quiero volar por todos los sitios donde mi razón humana crea conveniente. Quiero conseguir lo que pocos hombres proclaman en silencio. Quiero libertad absoluta. Quiero llegar a la madurez y poder mirar hacia atrás, hacia el pasado, y no sentirme intimidado – el niño mira fijamente a Marco- Como tu ahora. Que luces traslucido, hasta traspiras. ¿Tan reveladoras son mis palabras? – dice el niño.

La cámara enfoca el rostro de Marco. Una mirada reveladora. Al parecer Marco ya lo ha comprendido todo.

Ahora observamos al mismo hombre (Malcolm McDowell) que conversaba con Marco en la primera escena. La acción sucede en una costa cerca de una bahía despoblada. Marco y el hombre están sentados en un sofá rojo muy brillante al aire libre. El hombre viste un pantalón y una camisa blanca. Marco un traje negro muy formal.

-“Poder mirar hacia atrás…y no sentirme intimidado” –susurra Marco.
El hombre le mira y ríe pícaramente.
-¿Que fue eso, que es todo esto? – pregunta Marco.
-Como te diste cuenta, eso es un niño, eso –el hombre baja la voz casi susurrando dice- fue un niño.
-¿Cómo que fue? –pregunta Marco
-Fue. Es. Será. Son expresiones que denotan el tiempo mi querido Marco.
-¿Qué tan ciego estas que ni siquiera eres capas de ver lo que tienes frente a tus ojos? –pregunta el hombre.
Marco le mira, mientras el hombre prosigue.
- Eso que tenías frente a tus ojos es más claro que el agua cristalina y más verdadero que este momento.
- ¿Qué te impacto mas de este primer encuentro? –pregunta el hombre.
- Mamea –contesta Marco.
-¿Quién es Mamea? – pregunta el hombre.
-Mamea también se llamaba mi nana.
-¿Piensas que ese niño eras tu? – pregunta el hombre.
- Imposible. No recuerdo como era físicamente, ni fotos tengo de mi infancia. Eso de volar por siempre y de tener una vida de supuesta libertad. Eso no es algo que yo pensara. Yo no era así. Yo no soy él – dice convencido Marco.
El hombre le escucha, saca una pipa y la enciende.
-El tiempo arremete contra todo a su paso. Hace que olvidemos cosas, momentos, palabras, sensaciones, sentimientos. Incluso el tiempo es tan injurioso tan soez, que convierte algo prodigo en algo ordinario, vulgar o corriente –dice el hombre.
Marco permanece en silencio confundido. Solo se escucha las olas golpear contra los riscos y peñascos. El hombre interrumpe el silencio y dice
-Continuemos.

Sobre fondo negro, en letras blancas: “Segundo Placebo: La Mujer” (desde que se visualiza el titulo se comienza a escucha el tema “Desire” de Blank & Jones).

Marco entra por un angosto pasillo, luces de neon adornan las paredes oblicuas. Es un poco difícil avanzar debido a la cantidad de gente. Esta muy oscuro. Marco por fin se adentrar hasta el salón principal del club. El Dj se ubica desde una sola elevada, mientras la multitud baila un tanto desenfrenada. Espejos sobre el techo y juegos de luces crean ala ilusión estar en un sitio que rompe todas las barreras de la imaginación. Marco se siente extraño, el sitio es realmente sorprendente, lo que al principio pensaba que era una simple utopia de un momento de reflexión, resulta ser algo singularmente real. Puede oler el frío, así como la transpiración de los jóvenes, el volumen de la música es desorbitante, el juego de luces dilata sus pupilas y es evidente el mareo. Camina hasta una de las barras. El joven que atiende le indica que suba al segundo piso, allí le espera “Wanda”. Marco confundido, decide subir.
Marco sube las escaleras, mientras siente como el fuerte sonido va desapareciendo mientras avanza. Al mismo tiempo comienza a escucharse otro mucho más digerible y relajante. (Dream On –Café del Mar). En el segundo piso el ambiente es totalmente diferente. Este ambiente emana una atmosfera de sosiego, seducción y erotismo, el juego de luces es de un rojo tenue, un sitio muy oscuro, no se puede saber con certeza si el lugar esta repleto, enormes sofás cubren el suelo de mármol blanco. Nadie baila, los grupos y las parejas permaneces sentados casi acostados sobre los sofás, beben licor mientras toca, besan y seducen a sus parejas. Algunas mujeres fuman junto a sus parejas, otros besan desenfrenadamente a dos y tres chicas al mismo tiempo, en la esquina se puede observar una joven de cabello largo besar y tocar con gran intensidad a otra mujer morena, la temperatura es cada vez mayor, cada sofá se divide de los demás por enormes telas negras y blancas que cuelgas y caen del alto techo. Una pequeña barra es casi visible. Y allí Marco queda impactado al ver a Sara quien luce notablemente joven. Sara es la mesonera del sitio. Marco se acerca hasta ella y la saluda, ella parece no conocerle.
-¿Sara que haces aquí? – pregunta Marco.
- Todos me llaman Wanda, Sara, solo me llaman mis padres, así que seguro eres un amigo de mi padre – contesta Sara
Marco le mira, observa lo natural que luce su cabello, la frescura de su mirada, su hermosa sonrisa.
-Podemos salir un momento, aquí es imposible hablar-pregunta Marco
-Espérame afuera en 10 min salgo – contesta Sara.

Fuera del local el frío es insoportable. Sara sale con un abrigo verde muy grueso. Fumando.
-No sabias que fumaras –dice Marco.
-Y yo no se quien eres tu –dice Sara.

Marco se sonroja.
-Un hombre un tanto anciano me dijo que debía hablar contigo. Me dijo que debía contarte sobre mí, hablarte de mis cosas, responder cualquiera de tus preguntas-dice Sara.

Marco no parece escucharla, solo le mira y la examina. Evidentemente es Sara de adolescente.
-¿Qué edad tienes?- pregunta Marco
-19
-¿Por qué trabajas aquí?
- Por dinero.
Marco sonríe y prosigue.
- ¿Para que quieres dinero?
- Para ingresar a la facultad de artes.
- ¿Quieres estudiar artes? – pregunta Marco muy extrañado. Ya que desconocía esta información.
- Claro. Quiero ser una gran escultora. Quiero mi galería privada, crear mis colecciones y presentarlas en los lugares más importantes e influyentes. El arte lo es todo para mí.
- ¿Y una familia, hogar, marido, hijos? – pregunta Marco
- También quiero todo ello, pero primero debo estudiar Artes y vivir como una bohemia un par de años – Sara ríe.
- ¿A que viene todo esto? – pregunta Sara sintiéndose intimidada.
Marco no contesta.
Al fondo un auto se estaciona y un extraño con voz muy grabe grita llamando a “Wanda”
Sara voltea le mira y le haces señas para que la espere algunos segundos.
-El deber llama. Necesito dinero para la colegiatura. Manos a la obra- contesta Sara.
Marco se queda perplejo. Sara se despide de un apretón de manos. Y va hasta el automóvil. Se sube a este y se marcha con el extraño.


El hombre sigue conversando con Marco.
- Ella vendía su cuerpo- dice Marco
- Ella decía que haría lo que fuera por lograr su objetivo – dice el hombre.
- ¿Sabias lo de la escuela de Arte? – pregunta el hombre.
- No. Nunca me lo contó, ni sabia que tenia dotes artísticos. Yo la conocí a los 22. A los cuatro meses mientras culminaba mi carrera de cirujano, quedo embarazada y nos casamos.
- No creo que un hijo cambiara algo tan importante en ella. Para Sara era imprescindible estudiar arte, un hijo no la frenaría. Debe haber algo más. –dice muy convencido el hombre.
Marco permanece en silencio pensando tratando de comprender.
- Vendía su cuerpo Marco, como cualquier adolescente que comente locuras. Ella lo hacia por un fin justificable, Marco. No te atormentes pensando que tu esposa fue una puta de joven. Atorméntate en pensar que quiso ser algo grande, un artista y no lo es.
Marco le mira a los ojos, comienza a llorar, pero también comienza a enfurecerse al no comprender nada de lo que sucede.
- ¿Porque me muestras todo esto, que es todo esto, quien rayos eres tu? – grita Marco.
- No tengo ningún nombre Marco. Ahora mismo mi existencia vaga en la deriva. Solo soy alguien, un ser, un hombre. Soy tu mediador – responde el hombre.
Marco le mira muy enojado pero confundido. Tras unos minutos en silencio se tranquiliza. Se levanta del sofá y mira los riscos y las olas. El hombre se levanta también, se acerca por detrás y le dice al odio.

-Abre los ojos Marco. Ábrelos y no pienses más. Descubre el porque de tu visita en tierra de placebos.
El hombre toca el hombro de Marco.

(Inicio de “Everyday” de Carly Comando) Inmediatamente se comienza a visualizar un flashbacks de escenas:

Marco visualiza el bebe con quemaduras sobre el pavimento, toma su pulso, y se percata de que esta muriendo. Intenta salvarlo aplicando resucitación pero el niño muere.
Marco parado frente a la puerta de su casa bajo la lluvia llora desconsoladamente.
Marco entra en la habitación del hermano (“Josh”) de su esposa. No hay nadie. Abre las gavetas y observa la ropa interior.
Marco sentado en el parque observa como su hija Ann es impulsada en una pequeña bicicleta por Sara. Marco no participa solo les mira.
Marco sale de su casa con destino a su trabajo. Sara se despide sonriente de el desde la puerta principal. La imagen enfoca a la típica ama de casa despidiéndose de su marido.
Marco en el quirófano practica una cirugía, Marco inesperadamente se desvanece y cae al piso. Las enfermeras gritan.
Sara es informada por otros médicos el estado de su esposo: Coma clínico de cuarto grado.
Sara le dice a su hija el estado de su esposo y la pequeña niña llora.
Sara visita diariamente a su esposo por días y meses.
Marco no muestra mejoría, permanece inmóvil dormido en la cama de la clínica.

El flashbacks culmina cuando se visualiza como las olas del mar golpean unas con otras. (Fin de “Everyday” de Carly Comando)


Marco camina muy rápido por la orilla del mar, cobijándose con un saco negro. Varios metros tras de él, el hombre le sigue vigilándolo. Avanza el paso y se acerca por completo hasta él.

-¿Estoy muerto, en donde estoy?- pregunta Marco.
- Estas vagando en los confines de tu vida y de tu mente.
Marco gira le observa y escucha.
- Tu accidente te llevo al estado del coma. Si hubieras muerto, inmediatamente, habrías abandonado por completo tu ser físico y entraría en juego la reencarnación. El ciclo se cumpliría adecuadamente. Pero no estas muerto del todo, tu cerebro duerme. Y tal vez sueña. Y tal vez siente. Has adoptado esta nueva metodología y por lo tanto debes cumplir una serie de pasos. Conocerás ideas, revelaciones y sistemas que ningún ser viviente conoce. Ya que con la reencarnación se borra toda aspereza de una vida pasada. En coma, vagas continuamente por tus recuerdos de forma atemporal. Mi tarea consiste en guiarte por todos los pasos que debes cumplir, hasta que llegue a ti el desenlace, entonces la gran interrogante será respondida.

Marco parece no comprenderlo todo, pero aun así escucha callado con devoción.
-¿De que interrogante me hablas? – pregunta Marco
- Todo a su tiempo mí querido Marco. Todo a su tiempo – responde el hombre. Aun te queda por conocer una última persona.

Sobre fondo negro, en letras blancas: “Tercer Placebo: El Anciano”
(Inicio de “In Mcdonalds” de Burial)

Es de noche, Marco maneja su camioneta. La noche luce tranquila y las calles vacías. Marco atraviesa un túnel y luego el puente principal hasta salir de la ciudad. Marco observa en el asiento trasero, el porta-bebes de su hija y llora desconsoladamente. Los recuerdos vuelven a su cabeza: la personalidad reprimida de su esposa, la mala conexión con su hija, el hombre en que se ha convertido que no se asemeja a el hombre que quería ser cuando era pequeño, la atracción sexual pero dolorosa e intimidante que siente por el hermano de su esposa, la libertad que nunca consiguió, el tiempo que perdió en tierra aforrándose a sus miedos y cotidianidades, mientras pudo estar volando por los aires como piloto, el pequeño bebe que murió en sus brazos. Llora sin penas ni pudor, llora como un niño, como una madre al perder a su hijo, como una esposa esperando la recuperación de su marido, como una hija esperando a su padre, como una mujer al conocer que no podrá ser lo que quería. Llora durante todo el camino hasta que un movimiento brusco y luego un golpe capta su atención. Marco detiene el automóvil, mira al retrovisor, un hombre se acerca al automóvil caminando con dificultad.

Evidentemente Marco piso algo. Marco baja del automóvil y camina hasta el parachoques. Allí observa un gran perro negro tirado sobre el pavimento.
-Lorenzo- grita el anciano que se acerca caminando con dificultad.
El anciano llega hasta el sitio, observa al perro se arrodilla junto a él y comienza a llorar. Su piel es muy blanca con grandes manchas amarillezcas, su cuello poblado de arrugas deja a perplejidad el paso de toda una vida.
-Lo siento señor, no lo vi pasar. Lo siento mucho-dice Marco.

El anciano acaricia el pelaje del perro. Mientras sigue llorando.
-Lorenzo-suspira el anciano.
-Eras un gran acompañante, ahora hasta tú te has ido- dice el Anciano.

En una banca. Freten a un parque Marco se sienta junto al anciano a conversar ya un poco mas tranquilos.
-¿Cómo te llamas?- pregunta el anciano.
-Marco.
-Yo también me llamo Marco – dice el anciano.

Solo se miran el uno al otro, no se dicen nada, en completo silencio permanecen mientras los abrazan las dudas y el frío de la noche.

-Solía ser medico, hasta que tuve un accidente que me tuvo mucho tiempo dormido. – dice el anciano.

Marco perplejo, no contiene las lágrimas, sabe que el hombre junto a él, es el mismo, el hombre en que se convertirá dentro de muchos años. Le atormenta su estado físico y sin ni siquiera conocer su estado interior, sabe con certeza que no es nada estable.

-Luego que sucedió-pregunta Marco.
-Luego de recuperarme, no pude ejercer más. Durante el tiempo que permanecí dormido algo cambio las cosas. Recuerdo que no pude volver a operar ni siquiera podía ver mis instrumentos, me aterraban. Me refugie en miedos y asperezas de mi niñez y al cabo de un tiempo mi esposa me abandono. Se llevo con ella a mi hija. – dice el Anciano.
- ¿Porque te abandono? – pregunta Marco.
El anciano le mira. Al parecer la memoria le falla porque no puede reconocerse el mismo años atrás.
- infidelidad- responde el Anciano.
-¿Con quien le engañaste? – pregunta Marco.
El anciano se incomoda.
-Basta de hablar de mí. ¿Quién eres tú, porque quieres saber tanto de mí? – pregunta el anciano.
-No quiero hablar de mí, soy un extraño. Créeme no te interesaría nada de mí. – dice Marco. Mientras saca de su bolsillo un cigarro, lo enciende y le ofrece al anciano.
-Gracias, pero no fumo. El cáncer me lo prohíbe – responde el anciano.

Marco sorprendido permanece unos segundos en silencio. Luego pregunta
-¿Con quien vives?
- Ahora solo, antes con Lorenzo.
- ¿Tu hija?
- Casada con hijos, ahora vive en Italia.
- ¿Qué sucedió con tu esposa?
- Se volvió a casar con un abogado, no supe más de ella.
- ¿Te sientes solo?
- Esta es la primera conversación que he tenido en más de tres meses. Ya ha mi edad y con mi enfermedad solo se espera la muerte.
Marco limpia las lágrimas de su rostro. Y pregunta.
-¿Cuándo despertó del coma?
-¿Cómo sabes que estaba en coma?
- Tú lo dijiste.
-OH si claro- dice el anciano y ríe pícaramente.
- Tuve un accidente que ya no recuerdo, y pase ocho meses en coma. Al despertar y recuperarme intente que todo volviera a la normalidad. Pero no fue así. Algo había cambiando en mí, y me impedía actuar, sentir y vivir como antes. Luego de eso aparecieron los problemas, y aquí me tienes. Sentado en una banca de un parque por la noche, hablando con el desconocido que atropello a mi único acompañante.

Marco no puede soportarlo más, comienza a llorar, el anciano al verlo lo abraza y este le responde el gesto. La toma de aleja de ellos, hasta devisar. La siguiente escena.
(Fin de “In Mcdonalds” de Burial / la música de repite una y otra vez hasta que culmina en este punto del metraje)

Marco y el hombre de nuevo sentados en el sofá rojo. Junto a la costa.
-Has visto el pasado, conoces el presente y ahora has tenido un contacto con tu posible futuro – dice el hombre
-¿Posible futuro? – pregunta Marco
-Todo depende de ti mi querido Marco.
-¿Qué sucedió con mi esposa y mi hija?, ¿Por qué ella me abandono? – pregunta Marco.
-Solo podemos evaluar y conocer hasta donde tu mente y tus recuerdos no los permitan. Desconocemos el destino de tu esposa y de tu hija. Pero si sabemos claramente porque ella te abandono.
-¿Por qué me abandono?- pregunta un poco melancólico Marco.
- Ella te encontró con su hermano en la ducha. Tuviste sexo con él – dice el hombre.
Marco solo mira el suelo. Esta asombrosamente impactado con el descubrimiento.
-Marco es normal lo que te sucedió. Todo ser al nacer es considerado analíticamente bisexual, al crecer se reprime una de las partes de esa condición. Otras veces no. Pero siempre deseos surgirán en tu cabeza. Como mínimo, alguna vez en tu vida has deseado experimentar, y eso te sucedió y le suceden a todos absolutamente todos los hombres de la raza humana – dice el hombre.
-Es difícil de aceptarlo para una conciencia tan sucia y atrasada como la de un ser corriente. Al nacer eres un ser neutro e incapaz de razón humana, el crecimiento te proporciona de personalidad, sexualidad y la condición del habla – prosigue el hombre.


Marco interrumpe.
-Quiero unos momentos a solas por favor.
El hombre señalando el mar. Dice
-Tienes todo un mar allí delante de ti, un mundo que vaga en tu mente en el cual puedes estar solo.

Marco camina por la orilla del mar pensando y meditando. Luce desgastado y desanimado. Así permanece por más de dos horas. Caminado de allí para acá, mientras observa y siente como la marea sube y el frío se intensifica. El hombre se comienza a divisar caminando hacia el. Marco le espera. El hombre se acerca hasta el. Se miran fijamente.

- Marco, en tu condición, si tú lo decides, puedes volver a la vida. Y tratar de convertir un destino que no se asemeje a lo que conociste del anciano. Despertaras del coma y tu historia podrá depende de ti continuar el rumbo o modificarlo. Tienes la facultad también de querer morir, y comenzar sin ningún tipo de recuerdo otra vida. Volverás a pasar por momentos de felicidad y de dolor, por los momentos en que se compone una vida. Otra sexualidad, otra personalidad otro sexo. O puedes permanecer eternamente aquí, mientras tu cuerpo sigue en coma clínico, hasta que algún día Sin ninguna esperanza decidan desconectarte. Entonces aun así, seguirás aquí. Porque en este estado renuncias al ciclo divino de la humanidad, interrumpes el proceso estipulado. – dice el hombre.

Marco permanece en silencio a la orilla del mar.

Marco tras unos minutos, dice:
-¿Qué debo hacer?
- elegir.
-¿Elegir que?

El hombre ríe mirándole a los ojos
-El rumbo.

Tras un silencio Marco responde:
-No estoy preparado para tomar una decisión así.
-Estas en todas las facultades de decidir. He cumplido mi tarea, ahora tu deber es elegir.

Marco gira y mira el mar, la brisa choca contra su rostro. El hombre exclama
-Ahora que tu visión es amplia, debes afrontar las consecuencias. Debes elegir Marco.


(Inicio “Metal Heart” de Cat Power)
Marco vuelve a mirar al hombre, sus cabellos se mueven y bailan por la acción del viento, traga saliva y asiente.
-¿Ya has tomado una decisión? –pregunta el hombre.
-Creo que si –responde Marco.

El hombre sujeta el hombro derecho de Marco. Ambos, parados junto a la orilla del mar.
-Pero creo que lo haremos a mi modo-dice Marco.
El hombre le observa en silencio.
-Todo es posible mi querido Marco, todo es posible en Tierra de Placebos.

Se visualiza la mezcla de las siguientes escenas:
La cámara enfoca al bebe muerto sobre el pavimento mientras la lluvia lo golpea, seguidamente se ve el perro (“Lorenzo”) tirado en frente del automóvil de Marco.
Marco se encuentra fuera de la cabaña, donde sabe esta el niño -Marco de niño- jugando con sus aviones. Marco esparce gasolina alrededor de la cabaña y sobre las paredes externas. La enciende y las llamas comienzan a consumir la cabaña. Se escucha claramente los gritos del infante.
Se observa a los padres de Marco llorando en el funeral de su pequeño hijo – Marco.
Sara se matricula en la facultad de arte.
Celebra sus 23 años junto a sus amigos.
A sus 26 acude a su primera exposición en la galería principal de la ciudad,
Otro hombre en otro carro se encuentra en el puente en medio del tráfico.
La mujer anciana del accidente grita por sus hijos, otro hombre llega y aplica la resucitación con efectos positivos. El niño comienza a respira en medio del llanto.
Lorenzo camina por el parque de noche. Cruza la calle evidentemente no pasan autos por allí. Su amo (un niño de unos 11 años) lo espera en la acera de la calle.
Finamente se ve en la noche una especia de balcón con tonalidades doradas. La luz que proviene del exterior es también muy brillante y dorada. Es una luz artificial. Se ve la silueta de Marco parado mirando hacia fuera. Inerte, reposando y vagando en el sitio que creo para el, el sitio que creyó conveniente para reposar en la tierra de placebos de un ser en reposo y sin medio carnal.
Sobre el plano del balcon dorado, el titulo: “TIERRA DE PLACEBOS”
(Fin “Metal Heart” de Cat Power)

Junto con los títulos finales sobre fondo negro el tema “Le Solil est pres de moi” de Air.


Detalles del director:
Las secuencias trascurren en el mismo orden en que son contadas.

4 comentarios:

Xavicinoscar dijo...

Lynch aparece en esta larga pesadilla de culpabilidad y sueños rotos. Amalric, presente por partida doble en el festival, logra una gran interpretación. Barriga demuestra que, antes que la literatura, ama la psicología.

Es gracioso percatarse que muchas obras de este directed by hablan de la homosexualidad. En Underneath el protagonista es un adolescente que esconde su condición sexual, en Sueños rotos y en Ninfa (y en Tierra de placebos) hay una pareja gay... seguro que Lynch tendría horas de conversación al respecto.

Saludos José y mucha suerte!

Jorge Moreno Celaya dijo...

Ok... no sé si me gusta más esta obra o Ninfa... y no sé si me gusta más el Amalric de Macdollar o de Tierra de Placebos... muy bien el diseño argumental, el argumento... Mención especial a MAX VON SYDOW... seguro nominado como actor de reparto... Felicidades José... nos diste dos de las obras más buenas de este festival y de los que han habido!

albertaco dijo...

Obra bastante original, pero menos barroca que "Ninfa" lo que le da cierta soltura al desarrollo argumental. Una historia que nos hará pensar sobre el rumbo de la vida. De todo el reparto me kedo con Mathieu Amalric, que ofrece un personaje atormentado y sufridor. Muxa suerte!!!

redna dijo...

Tengo que admitirlo. He leido esta obra tres veces en tres dias. Y no dudo en afirmar que de las 6 que he leido, esta es la mejor. ajaja

Mucha suerte!!

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